La Subdelegación del Gobierno contabilizó este verano peticiones en Lalín, Cerdedo, A Estrada y Vila de Cruces que sumaron 750 kilos de pólvora
Un síntoma del poderío, o presupuesto de las fiestas de cada localidad, se puede medir también en función del gasto de pólvora. Las exigencias de una estricta normativa también influyen y echan para atrás a algunas comisiones que desisten de espectáculos pirotécnicos en los que el gasto de pólvora es importante. Y es que en esto, como en todo, se establecen distintas categorías.
Una cosa es la utilización de este tipo de artificios que superen los diez kilos de explosivo, que solo requieren la comunicación al ayuntamiento en cuestión, y otra muy distinta es pasar de esa cifra, que exige comunicación a la Subdelegación del Gobierno, planes de seguridad y no pocas exigencias.
En la zona de A Estrada este verano fueron cinco las citas más sonoras que fueron comunicadas a la Subdelegación del Gobierno y para las que se solicitó autorización.
En total las cinco suman el empleo de 752,27 kilos de explosivo. Dos de esos espectáculos pirotécnicos tuvieron lugar en el municipio de Vila de Cruces. Las dos citas sumaron el empleo de 241,94 kilos de pólvora, lo que lo convierte en el Concello de la zona que más gasta en explosivos de artificio.
Estos dos fueron los celebrados el 20 de septiembre con motivo de las fiestas de As Mercedes con 193,24 kilos de explosivo y un espectáculo a cargo de la pirotecnia Penide en la parroquia de Camanzo.
La otra son las fiestas patronales de A Piedade en Vila de Cruces el 25 de septiembre con el empleo de 48,7 kilos de material reglamentario en este tipo de espectáculos de fuegos artificiales.
El espectáculo pirotécnico de las fiestas de San Paio, en A Estrada, superaron a las de As Dores, en Lalín en cinco kilos de pólvora. Para las de San Paio, a la Subdelegación del Gobierno pontevedrés les consta la solicitud de permiso para el empleo de 226 kilos de explosivo que aportaron luz y sonido en la noche del 28 de junio frente a los 221 empleados en las fiestas de As Dores de Lalín, el pasado día 20 de septiembre. Fuera de estas cuatro citas más sonoras, a la Subdelegación del Gobierno pontevedrés solo le consta otra petición en la zona. En este caso procedía del municipio de Cerdedo y era para los fuegos artificiales de la noche del 26 de junio coincidiendo con la celebración de las fiestas del Divino Ecce Homo que supusieron un gasto de 66,33 kilos de explosivo.
Los espectáculos que emplean más de cien kilos se comunican a la Subdelegación del Gobierno con quince días de margen. Requieren una autorización expresa, previo informe de Industria y de la Intervención de Armas y Explosivos de la Guardia Civil. Los otros, con diez días, se entienden autorizados salvo que se envíe desde la Subdelegación un escrito en contra. Y es que los fuegos artificiales continúan formando parte del cartel de la mayoría de las fiestas de la zona.
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